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¿De qué hablamos cuando hablamos de contraseñas seguras? Un enfoque estadístico

En teoría de la información, un mensaje es equivalente a un texto codificado como una ordenación de símbolos (letras, espacios, signos de puntuación), lo que comúnmente llamamos una cadena de caracteres. Si deseáramos calcular qué tan segura es una contraseña, esto es, qué tan capaces somos de predecir el contenido del mensaje que la conforma, buscaríamos conocer qué tan aleatoria es la cadena de caracteres que la componen. Esta medida del desorden o incertidumbre es lo que conocemos como Entropía de la información (H).

Si consideramos una contraseña como un texto codificado y quisiéramos que la entropía de esta clave sea la máxima (tan aleatoria como sea posible) deberíamos asegurarnos que la entrada de caracteres sea poco probable de pronosticar, que cada caracter se repita o esté ordenado de una manera impredecible. Ahora bien, ¿cómo calculamos la Entropía de una contraseña? Habrá que entrar en el terreno duro de las matemáticas y la estadística.

Las matemáticas detrás de una contraseña

En estadística, llamamos Espacio Muestral (Ω) a todos los estados posibles de un experimento. Por ejemplo, al lanzar un dado, nuestro espacio muestral son los seis números correspondientes a cada una de las caras del dado, Ω={1,2,3,4,5,6}. En el caso de una contraseña, nuestro espacio muestral estará conformado por todas las permutaciones posibles en el universo de caracteres para cada combinación de los mismos. Esto es:

Ω (N,K) = {k1,k2,…,ki}

Dónde ki es cada uno de los estados (subconjunto de caracteres) posibles de los N caracteres del conjunto y K es la cantidad de caracteres del subconjunto o longitud de la contraseña.

Ahora bien, las claves las construimos a partir de un subconjunto de letras mínusculas y mayúsculas, números y símbolos escogidos de manera aleatoria. Por lo tanto, inicialmente el grado de indeterminación de un mensaje equivale a ki: existen ki estados posibles, cada uno de logitud K. Entonces, la probabilidad de aparición de cada una de las combinaciones que formen nuestra contraseña será:

P = 1 / ki

Y por lo tanto, la entropía del mensaje (H(x)) alcanzará el valor medio ponderado de la suma de probabilidades de los diversos estados del mismo expresado en binario (queremos medir «bits»). Es decir:

H(x) = — P(xi) log2[P(xi)]

; para todo i desde 1 hasta ki

Como habíamos mencionado, cada caracter de la cadena es escogido de manera aleatoria y por lo tanto, todos los estados (permutaciones) son equiprobables. Sintetizando: entre un total de N caracteres aleatorios formando una contraseña de longitud K, podemos expresar que:

H(x) = K log2[N]

Algunos ejemplos:

Supongamos que nuestra contraseña tiene 4 caracteres y es una combinación de números del 0-9. Entonces:

K = 4; N = 10

H(x1) = 4 log2[10] = 4 x 3,32192809489

H(x1) = 13,2877123796

Supongamos ahora que a la contraseña anterior le añadimos letras minúsculas y mayúsculas sin modificar su longitud. Ahora:

K = 4; N = 62 (26 min + 26 may + 10 núm)

H(x2) = 4 log2[62] = 4 x 5,95419631039

H(x2) = 23,8167852415

Para un último ejemplo, esta vez nuestra contraseña tendrá 8 caracteres:

K = 8; N = 62

H(x3) = 8 log2[62] = 8 x 5,95419631039

H(x3) = 47,6335704831

¿Qué representan estos resultados?

Hemos visto cómo aumentando tanto el tamaño de nuestro universo de caracteres como la longitud del subconjunto, la entropía aumenta. Pero, ¿qué representa este resultado en términos de seguridad de la información? Pues bien, como mencionaba, el valor está expresado en binario (bits) y por lo tanto 2^H(x) equivale a calcular el tamaño de nuestro espacio muestral, es decir: ¿de cuántas maneras se pueden permutar y combinar los caracteres para obtener una contraseña de una determinada longitud?

Entonces, para cada uno de los ejemplos anteriores:

2^H(x1) = 2^13,2877123796 = 10.000

2^H(x2) = 2^23,8167852415 = 14.776.335,9995

2^H(x3) = 2^47,6335704831 = 2,18340105586e+14

Es decir, para una contraseña de ±47 bits contamos con ±2e+14 (un 2 seguido de 14 ceros) permutaciones posibles. Esto significa que si tuviésemos un programa automatizado capaz de calcular 1.000.000 de permutaciones por segundo, para dar con nuestra clave (desde el punto de vista probabilístico), necesitaría aproximadamente 7 años de continuo procesamiento.

Finalmente, es fácil demostrar que 2^H(x) = N^K y por lo tanto:

2^H(x1) = 10^4 = 10.000

2^H(x2) = 62^4 = 14.776.335,9995

2^H(x3) = 62^8 = 2,18340105586e+14

Sintetizando, esta fórmula se puede expresar como:

complejidad^longitud

ó en bits:

H(x) = log2[complejidad^longitud]

Consideraciones finales

Para terminar, quisiera añadir tres puntos de chequeo que considero importantes al momento de construir una contraseña segura.

La aletoriedad es imporante

Como vimos, la entropía se maximiza en base a la probabilidad de un evento. Si los diversos estados de un mensaje no son equiprobables, la entropía disminuye. Por ejemplo, si en lugar de usar combinaciones aleatorias usamos palabras comunes (casa, cerveza, operando) la probabilidad de que los caracteres más usados del alfabeto (a, e, c, m) caigan en la contraseña es mayor que la de los menos usados (k, w, x) y por lo tanto este cambio en el valor de la suma ponderada de las probabilidades hará que nuestra clave sea menos segura, independientemente de la complejidad y longitud.

Usar contraseñas distintas para cada cuenta

Esto puede ser agotador y hasta aburrido. Además, requiere que llevemos algún tipo de sistema de administración de claves, pues todos tenemos nuestras limitaciones al momento de memorizar cadenas de caracteres aleatorios. Esto, puede jugar en contra si no somos cuidadosos con nuestro sistema (por ejemplo, tener todas las claves en un cuaderno que llevamos con nosotros a todas partes).

Sin embargo, es altamente aconsejable que cada cuenta tenga su contraseña y que cada contraseña tenga una complejidad y longitud diferentes. Por ejemplo, si usamos una clave para todo y un atacante da con esa clave, tendrá acceso a todas nuestras cuentas. Por otro lado, si las claves son distintas, pero todas tienen la misma longitud, cuando un atacante sepa una de las claves, tendrá información suficiente para buscar las demás.

Cambiar las contraseñas cuando sospechamos que pudo ser vulnerada

Muchos consideran innecesario estar cambiando una clave cada cierto tiempo: si la contraseña es lo suficientemente segura, no es necesario modificarla; si la entropía de la vieja clave es igual a la de la nueva, cambiarla no modificará la probabilidad de que un atacante la descifre. Entonces, ¿por qué tantos recomiendan cambiar las contraseñas periódicamente?

Desde mi punto de vista, debemos estar atentos a las operaciones que realizamos en nuestra informática diaria. Si por algún despiste (que ocurren seguido) hemos dejado vulnerable nuestra clave, lo natural sería cambiarla. Lo mismo si nuestros equipos se traspasan a otros usuarios: regalamos nuestro teléfono móvil, vendemos una laptop para comprar una nueva, etcétera.


Fuentes:
Entropía (información) – Wikipedia, la enciclopedia libre


Cifrado extremo en GNU/Linux (Segunda Parte)

Lo prometido es deuda y llega la Segunda Parte de este artículo sobre cifrado en GNU/Linux. En la entrada anterior escribí acerca de cifrado de datos en el disco duro y realicé una simulación sencilla para ayudarnos a entender un poco mejor cómo efectuar las tareas de cifrado utilizando las herramientas más comunes. Y aunque este tipo de cifrado digamos «local» es muy importante, hoy por hoy para casi todo lo que hacemos en nuestros equipos utilizamos una conexión a Internet y, por lo tanto, los datos e información transmitidos pueden ser interceptados por alguna persona, empresa, organismo gubernamental o simplemente un «bot» que esté a la espera de obtener algo valioso de nosotros. La necesidad de cifrar los datos que viajan a través de las redes es evidente. Esta vez escribiré acerca de esto, es decir, qué tratamiento en términos de cifrado debemos darle a las operaciones de navegación, correo electrónico, comunicación y conectividad en general.

Evitando filtraciones en las peticiones DNS

Cuando realizamos una petición DNS los datos transmitidos, tanto de ida como de vuelta, no siempre son anónimos ni están cifrados de manera predeterminada, independientemente si usamos Tor para navegar o si estamos visitando un sitio con seguridad SSL/TLS (https). Dado que las peticiones DNS representan uno de los principales eslabones de la cadena en una conexión web, es importante asegurarnos que los datos transmitidos sean cifrados. Para esto contamos con una herramienta muy útil: dnscrypt.

Dnscrypt funciona de manera análoga a un proxy, cifrando el intercambio de datos entre nuestro equipo y los servidores DNS.

Petición DNS (sin cifrar) -> dnsmasq -> dnscrypt (cifrado) -> Servidor DNS cifrado

Ahora bien, para implementar esta herramienta iremos a nuestra consola de comandos.

Como es habitual en el blog, trabajaré en Archlinux o derivadas.
$ sudo pacman -S dnscrypt-proxy dnsmasq

$ sudo nano /etc/resolv.conf

/etc/resolv.conf

# nameserver ip_servidor_dns_publico
# nameserver ip_router
nameserver 127.0.0.1

$ sudo chattr +i /etc/resolv.conf
En primera instancia, instalamos los paquetes necesarios. Luego, editamos el archivo /etc/resolv.conf comentando todas las líneas que apuntan a servicios DNS y agregamos la línea al final, de manera que las peticiones DNS se realicen de manera local, es decir, en el propio equipo o localhost. Luego de guardar el archivo, cambiamos sus atributos a sólo lectura para evitar que el gestor de conexiones de red (NetworkManager) sobre-escriba la configuración después de un reinicio. Si además hemos agregado DNS desde la interfaz gráfica de NetworkManager debemos borrarlos.
$ sudo systemctl enable dnscrypt-proxy

$ sudo systemctl edit dnscrypt-proxy.socket --full

dnscrypt-proxy.socket

[…]
[Socket]
ListenStream=127.0.0.1:40
ListenDatagram=127.0.0.1:40
[…]

Habilitamos el servicio y editamos el archivo del Socket en SystemD. Apuntamos al puerto #40 debido a que dnsmasq utiliza por defecto el puerto #53.
Por defecto, dnscrypt utilizara «dnscrypt.eu-nl» como servidor DNS externo. En caso que deseemos cambiar este servidor, debemos editar la unidad de servicio de SystemD de la siguiente manera.
$ systemctl edit dnscrypt-proxy.service --full

dnscrypt-proxy.socket

[…]
[Service]
[…]
-R nombre_del_servidor_DNS
[…]

Un listado de los servidores disponibles con sus características se encuentra en /usr/share/dnscrypt-proxy/dnscrypt-resolvers.csv.
$ sudo nano /etc/dnsmasq.conf

/etc/dnsmasq.conf

[…]
no-resolv
server=127.0.0.1#40
listen-address=127.0.0.1
[…]

Editamos el archivo de configuración de dnsmasq de manera que las peticiones sean redirigidas hacia dnscrypt. Luego, habilitamos e iniciamos los servicios en SystemD.
$ sudo systemctl restart dnscrypt-proxy.service

$ sudo systemctl enable dnsmasq

$ sudo systemctl start dnsmasq

$ sudo systemctl restart NetworkManager.service

 

Con esto bastará entonces para cifrar todo el tráfico DNS redirigiendo las peticiones a través de dnscrypt. Si deseamos realizar una prueba del funcionamiento, podemos ir al sitio https://dnsleaktest.com y ejecutar una Prueba Extendida. Además, si utilizamos Wireshark y ejecutamos un filtro con la dirección IP del servidor DNS externo, podremos verificar que la conexión está siendo cifrada.

Preparar y configurar tu navegador web

La mayoría de los navegadores soporta complementos o extensiones que nos permiten mejorar nuestra experiencia en la web. Muchos de estos complementos están enfocados en la seguridad y el cifrado. Por ejemplo, si sos de los que usan Firefox, seguramente tendrás instalado HTTPS-Everywhere, SSleuth. Descentraleyes, Greasemonkey con scripts tales como HTTP-to-HTTPS redirector o Green SSL Password Fields, entre otros.

Prestar atención al tipo de seguridad y cifrado que ofrecen los sitios por los que navegamos se vuelve una tarea imprescindible cuando se trata, por ejemplo, de la página de Banca en Línea del Banco, sitios de compras online, proveedor de correo electrónico con interfaz web y tantos otros sitios donde administramos información sensible.

Cifrado de correo electrónico y chat

GPG (GNU Privacy Guard) es sin duda la herramienta por excelencia para cifrado de correo electrónico y conversaciones de chat sobre XMPP en GNU/Linux, aunque eso no es todo, ya que permite cifrar el contenido de directorios y archivos, además de servir para gestionar claves y firmas de paquetes y medios de instalación (ISO’s) de distribuciones. Como si esto fuera poco, si tenés un gestor, depósito o cartera de contraseñas, podés cifrar esas claves mediante GPG.

En general, los clientes más comunes de correo electrónico y chat permiten configurar el agente para GPG por defecto, de manera que cada vez que redactemos un correo el propio cliente nos permitirá definir si este mensaje será cifrado y/o firmado o bien cuando recibamos un correo cifrado, el agente se encargará de descifrarlo para nosotros. En cuanto a los clientes de chat, habitualmente aparece un ícono con la forma de un candado para activar el cifrado de la conversación en la que nos encontramos.

Por su parte, las claves y firmas GPG en nuestro sistema pueden ser administradas con la herramienta homónima desde la consola o bien con un cliente GPG con interfaz gráfica como Kleopatra (orientado al entorno de escritorio KDE) que incluye integración para el gestor de archivos Dolphin, facilitando el cifrado de archivos.

Extra: el uso de una VPN

Las Redes Privadas Virtuales son una herramienta muy poderosa cuando de privacidad y anonimato se trata. Por supuesto, esto dependerá del servicio que utilicemos, cuya oferta es muy variada en cuanto a precio y prestaciones. Sin embargo, la mayoría de los servicios de pago más serios garantizan dos principios fundamentales. En primer lugar, al redirigir todo el tráfico que sale y llega a nuestro equipo a través de estas redes, nuestra dirección IP pública quedará «enmascarada» detrás de la VPN, manteniéndonos anónimos. En segundo lugar y no menos importante, una VPN cifrará los datos mediante el uso de algunos de los métodos que la mayoría conoce, a saber SSL/TLS, PPTP, L2TP, entre otros.

Por otra parte, gracias a proyectos como OpenVPN, podemos montar nuestro propio servidor para estos fines, teniendo el control completo del servicio y sus prestaciones, lo que representa una ventaja notable.

Extra extra: cifrado en teléfonos

Los dispositivos móviles del tipo Android, o su alternativa Cyanogenmod traen por defecto soporte para cifrado completo de los datos del equipo. Por su parte, dnscrypt nos explica en su sitio web cómo usar su herramienta para teléfonos de esta clase, pero en mi caso particularmente, no he tenido tiempo de probarlo, por lo que no entraré en detalles sobre esto. Lo que sí haré será darles una lista de algunas de las herramientas que uso en mi equipo con Cyanogenmod y que se encuentran en los repositorios de F-Droid, a saber:

  • OpenKeychain (GPLv3+): cliente para OpenPGP con integración para K-9 Mail, Conversations, oandbackups, cifrado y firmado de archivos, y más
  • OpenVPN for Android (GPLv2): cliente para gestionar conexiones VPN
  • K-9 Mail (Apache2): cliente de correo electrónico. Permite configurar OpenKeychain como agente GPG predeterminado
  • Conversations (GPLv3): cliente para XMPP. Además de OpenPGP tiene soporte para Cifrado end-to-end con OTR y OMEMO
  • Twik (GPLv3): aplicación que funciona como asistente para generar y almacenar contraseñas seguras
  • Silence (GPLv3): aplicación para enviar mensajes SMS cifrados

Dejaré el cliente de mensajería instantánea Telegram fuera de la lista debido a que, si bien es una aplicación libre (GPLv2+) con cifrado end-to-end, los servicios y protocolos detrás de la aplicación y que por lo tanto la hacen funcionar no son libres.

Bien, hasta acá el artículo. Seguramente habrán muchas cosas que quedaron en el tintero. Por razones de tiempo y espacio he decidido abreviar tanto como pude. Quedaré atento a sus sugerencias y comentarios. Recordemos que la fuerza y la grandeza de GNU/Linux está en la comunidad y son ustedes los que tienen la oportunidad de ampliar y mejorar esta entrada. Siéntanse en libertad de hacerlo.

Cifrado extremo en GNU/Linux (Primera Parte)

Si bien es cierto que el tema de cifrado está muy de moda en estos tiempos, también es cierto que me apasiona todo lo referido al mismo y por eso me debía un artículo al respecto. Si has leído alguna de mis publicaciones anteriores ya sabés que la seguridad, la privacidad, el anonimato son prioridades en mi vida por las redes y la informática y me gusta pensar y actuar en este sentido. Por lo tanto, cifro tanto como puedo y si no puedo, también lo cifro. De ahí, el título de este artículo: en esta entrada voy a hacer un recorrido por las distintas etapas del proceso y las herramientas que uso para un cifrado de pies a cabeza en un sistema operativo GNU/Linux.

Etapa 0: pensar antes de actuar

Antes de empezar a meter dedo en el teclado es muy importante tomarse un tiempo para definir objetivos. Esto permitirá optimizar tiempos, elegir las herramientas adecuadas y tener resultados de calidad. Para esto conviene que tengamos claridad respecto de los ataques a los que podemos estar expuestos, el tipo de dispositivo que estamos cifrando (laptop, escritorio, móvil) y el destino o uso que le damos a este dispositivo (servidor, uso hogareño, trabajo).

Por ejemplo, el cifrado que necesitamos en una computadora de escritorio que tengamos en casa no tiene por qué ser el mismo (aunque puede serlo) que para una máquina de las mismas características pero que está en nuestro lugar de trabajo y que compartimos con otros usuarios. Por otro lado, también podemos hacer una distinción si el equipo en casa sólo lo usamos para navegar o escuchar música o si lo usamos para guardar documentos con información de tipo sensible, como documentos legales. Insisto, podremos usar el mismo cifrado, pero no necesariamente debemos hacerlo.

Por lo tanto, en esta etapa de planificación cabrá hacerse preguntas del tipo: ¿Contra qué clase de ataques deseamos protegernos? ¿Cuál será la estrategia apropiada para cifrar? ¿Cómo trataremos los datos temporales como el espacio de intercambio (swap), logs, etcétera? ¿Qué trato se le dará a un sistema con múltiples usuarios? ¿Cómo y en qué momento se accederá a los datos cifrados?

Etapa 1: cifrado total o parcial de un disco duro o de una partición de disco duro

Cifrar el disco duro y los datos de usuarios es primordial para proteger nuestra privacidad. La principal ventaja de cifrar un disco o partición de disco radica en que impide el acceso físico no autorizado a los datos contenidos en dicho dispositivo y su manipulación. Las herramientas que disponemos para realizar este tipo de cifrado están categorizadas de varias maneras. En cuanto a mí, tengo preferencia por dos de ellas: ecryptfs para cifrar directorios y archivos; dm-crypt para cifrar un disco duro completo o alguna de sus particiones.

Por otra parte, muchas distribuciones GNU/Linux como Manjaro, openSUSE, CentOS, Debian y Ubuntu, por nombrar sólo algunas, nos dan la oportunidad de configurar características de cifrado del sistema, particiones y datos de usuario (/home) directamente al el momento de la instalación. En mi opinión esto es algo fantástico y lo he utilizado siempre al trabajar con este tipo de distribuciones.

De manera entonces que no quedan excusas para proteger nuestros datos y nuestro sistema, basta con elegir un método, las herramientas y poner manos a la obra. A continuación voy a realizar una simulación a modo de ejemplo para la cual escogí a Manjaro como distribución. Digamos entonces que ya instalé el sistema escogiendo las opciones de cifrado de mi preferencia quedando mi configuración de la siguiente manera:

/dev/sda1: partición de arranque (/boot) sin cifrar

/dev/sda2: partición raíz (/), cifrada con LUKS

/dev/sda3: directorio de datos de usuario (/home). En este caso lo dejo sin cifrar para hacerlo luego utilizando la herramienta ecryptfs.

/dev/sda4: espacio de intercambio (swap). También quedará sin cifrar en este momento, ya que trataré este punto en la etapa siguiente.

Ahora bien, he iniciado el equipo, ingresé la clave de cifrado para el sistema y estoy en la pantalla del gestor de inicio, esperando para ingresar la contraseña. Lo primero que haremos una vez iniciada la sesión será instalar las actualizaciones del sistema para tenerlo a la fecha para luego buscar e instalar los paquetes necesarios. Abrimos una consola de comandos y ejecutamos:

$ sudo pacman-mirrors -g && sudo pacman -Syy

$ sudo pacman -S manjaro-keyring archlinux-keyring

$ sudo pacman -Syu
(Este comando lo ejecutamos cuando iniciamos Manjaro por primera vez. Lo que hace es: optimizar la lista de mirrors, actualizar la base de datos de repositorios, instalar las claves y firmas de Manjaro y Archlinux, actualizar el sistema)
$ sudo pacman -S ecryptfs-utils keyutils rsync lsof
(Notaremos que estos paquetes ya vienen instalados en Manjaro)

Ahora ya estamos listos para cifrar el directorio /home de nuestro usuario. Para esto, cerramos la sesión de escritorio y abrimos una sesión en tty2 presionando Ctrl+Alt+F2 iniciando como usuario root:

tty2

hostname login: root
Password: ******************
Last Login […]

# killall -u usuario && ps -U usuario
(Es necesario que el usuario a quien vamos a cifrar su directorio /home no tenga ningún proceso en ejecución y que dicho directorio no esté montado)

El siguiente paso consiste en asegurarnos que el nuevo directorio /home cifrado será desbloqueado y montado al momento de que el usuario inicie sesión y no posteriormente como si se tratara de un directorio cualquiera. Para esto, modificaremos el archivo «/etc/pam.d/system-auth» de la siguiente forma:

# nano /etc/pam.d/system-auth

/etc/pam.d/system-auth

Posterior a la línea «auth required pam_unix.so» escribimos

auth     required pam_ecryptfs.so     unwrap

Arriba de la línea «password required pam_unix.so» escribimos

password     optional      pam_ecryptfs.so

Posterior a la línea «session required pam_unix.so» escribimos

session     optional      pam_ecryptfs.so     unwrap

Guardamos y cerramos el archivo

Finalmente, nos encontramos en condiciones de cifrar el directorio:

# modprobe ecryptfs

# ecryptfs-migrate-home -u usuario
Passphrase: ************
(Cargamos el módulo y realizamos la migración a un directorio cifrado. Este proceso puede tomar mucho tiempo dependiendo de la cantidad del tamaño del directorio) (Es muy importante que la Passphrase sea la misma que la clave de inicio de sesión del usuario. Esto servirá para que desbloquee el directorio en forma automática al iniciar sesión)
(Finalizado el proceso, cerramos la sesión y cambiamos a tty1 con Ctrl+Alt+F1 e iniciamos sesión normalmente con el usuario)  (Durante el proceso, ecryptfs hará una copia de seguridad creando un directorio /home/usuario.datos_aleatorios el cual puede ser borrado una vez verificado que todo esté en su lugar)

Hasta acá hemos realizado una instalación en limpio de una distribución GNU/Linux cifrando el directorio raíz al momento de configurar las particiones y luego hemos cifrado el directorio /home/usuario para proteger los datos allí almacenados. Hemos iniciado sesión con este usuario y hemos verificado que esté todo funcionando correctamente. Ahora podremos reiniciar el sistema y pasar a la próxima etapa del proceso…

Etapa 2: tratamiento del espacio de intercambio

En términos muy simples, el espacio de intercambio o swap corresponde a una porción del disco donde van siendo descargados datos temporales desde la memoria de lectura del sistema. Aquí van quedando almacenados datos muy sensibles, como por ejemplo credenciales de sitios web, contraseñas y más. No hay que pensar demasiado para notar las amenazas a la privacidad y la importancia que representa cifrar esta información, sobre todo si consideramos que al hibernar o suspender un equipo, todo va a parar a swap.

Siguiendo con la simulación anterior, vamos ahora a proceder con el cifrado de esta partición. Para esto, simplemente ejecutaremos:

$ sudo ecryptfs-setup-swap -f
(El script modificará el archivo /etc/fstab comentando las líneas que tengan particiones swap automontadas y añadiendo al final «/dev/mapper/cryptwap1 none swap sw 0 0» para montar la nueva partición swap cifrada)
(Además, modificará el archivo /etc/cryptswap añadiendo la línea «cryptswap1 UUID=id_de_la_particion_swap /dev/urandom swap,offset=1024,cipher=aes-xts-plain64»)
$ swapon -s
(Verificamos que haya quedado cifrado correctamente)
Nombre del fichero   Tipo        Tamaño    Utilizado  Prioridad
/dev/dm-1            particion   2097180   164        -1

Breve Pausa: gestión de contraseñas

Aunque las he nombrado a lo largo de toda la entrada, es el momento de hacer una pausa y dedicarle un apartado especial a las contraseñas. Muchos estudios se han realizado al respecto y se ha encontrado que la mayoría de las personas utilizan claves que son muy fácilmente desbloqueables, como por ejemplo la misma palabra que describe al usuario o al sistema operativo (algo así como usuario: root, contraseña: manjaro), fechas de nacimiento, nombre de sus hijos o mascotas y un largo etcétera. Sumado a esto, muchas personas utilizan la misma clave para todo, quizá con algún pequeño cambio.

De nada servirá que cifremos si vamos a utilizar contraseñas de este tipo. Para que cualquier acción que tomemos con el fin de proteger nuestra privacidad y nuestra información tenga sentido debemos utilizar contraseñas fuertes. Mi recomendación al respecto es generar claves de muchos dígitos, en especial si la cantidad es un número primo (19, 31). Además, esta contraseña debe ser una combinación de letras, números y caracteres especiales (siempre que lo permita) y estos números no deben remplazar letras: la clave «milanesasconpure» es tan mala como «m1l4n3545c0n9ur3».

Claro, una contraseña de las características descritas es muy difícil de recordar. Para ayudarnos tenemos algunos métodos, como por ejemplo, usar una contraseña que responda a los movimientos para piano de una melodía especial. Otra forma que muchos utilizan es cifrar también sus contraseñas mediante el uso de una aplicación específica para estos fines, de manera que sólo debemos recordar una única contraseña maestra que sirve para desbloquear (individualmente) las contraseñas cifradas.

Etapa 3: archivos y directorios

Pues bien, ya hemos hablado de las contraseñas y toca ahora que veamos cómo crear un directorio Privado donde podremos almacenar datos de manera cifrada y que, al contrario del cifrado completo del directorio /home, este será desbloqueado y montado sólo al momento en que lo necesitemos para luego ser desmontado nuevamente. Esto nos permitirá tener estos datos resguardados mientras utilizamos el equipo, impidiendo el acceso físico y remoto no autorizado a los mismos. Comenzaremos como siempre, abriendo una consola y ejecutando:

$ ecrytpfs-setup-private --nopwcheck --noautomount
Este script creará los directorios ocultos ~/.Private y ~/.ecryptfs (sin no existen previamente). La opción –nopwcheck sirve para utilizar una contraseña distinta a la de inicio de sesión del usuario; la opción –noautomount se explica a sí misma. Durante el proceso se solicitarán dos claves: una para login y otra para montaje. La segunda será la clave que desbloquee el directorio, la primera será la clave bajo la que será cifrada la clave de montaje, por lo cuál, al momento de montar el directorio, se solicitará únicamente la primera contraseña.

Para montar y desmontar este directorio cifrado, ejecutaremos respectivamente:

$ encryptfs-mount-private

$ encryptfs-umount-private

 

Final de la Primera Parte

En esta entrada hemos visto cómo resguardar los datos en nuestro disco duro (permanentes y temporales) mediante el uso de las herramientas de cifrado que disponemos para optimizar este proceso. Pero para llevar este cifrado al extremo debemos pensar que como usuarios de un sistema efectuamos un gran número de operaciones con nuestros equipos: navegamos por la vasta red de Internet, enviamos y recibimos correo electrónico, guardamos información en servicios de almacenamiento en «nube», descargamos paquetes que luego instalamos, enviamos mensajes de chat y mucho más.

No es necesario aclarar la importancia que implica realizar estas operaciones de manera segura mediante el cifrado de la información. Quedo entonces comprometido a publicar la Segunda Parte de este artículo donde trataré todos los temas pendientes y sumaré una pequeña perlita sobre herramientas de cifrado para dispositivos móviles.


Fuentes:
https://wiki.archlinux.org/index.php/Disk_encryption
https://wiki.archlinux.org/index.php/Dm-crypt
https://wiki.archlinux.org/index.php/ECryptfs
https://wiki.archlinux.org/index.php/Security#Choosing_secure_passwords

 

Cuidá tu privacidad en la Red

Últimamente se habla mucho sobre privacidad y seguridad en las redes. De hecho, cada sitio o blog de los que visito a diario ha tocado el tema más de una vez en el último mes, ni hablar del último año, dejando evidencia de la importancia que ha alcanzado este asunto y la necesidad que tenemos los que defendemos la libertad de que la gente tome conciencia del tema. Por mi parte, quisiera aportar otro granito de arena para que sigamos construyendo.

Cuidá tus datos personales

El aspecto más importante en cuanto a la privacidad es lo que hacemos con nuestros datos, nuestra información personal. Nada más claro, y sin embargo, vemos a diario cómo las personas cuelgan en redes sociales los datos de dónde viven, su número telefónico, dónde estudian o trabajan y en qué horarios, qué lugares frecuentan, quienes son los demás integrantes de su familia, etcétera. Lo que me parece peor es que suben fotografías de sus hijos con la información de ellos también ahí a disposición de cualquiera, todo claro está, con nombre y apellido reales. No creo que haga falta decir más al respecto.

Por mi parte, en Internet nadie me conoce por mi verdadero nombre y nadie ha visto una fotografía que pueda asociar con mi cara. Es más, si alguien escribiera mi nombre y apellido reales en cualquier buscador, tampoco llegaría a nada, mi información personal no está en Internet. ¿Alguien más ha hecho la prueba con su nombre? Muchos se sorprenden al ver los resultados.

Cuida lo que hacen otros con tus datos personales

Hace unos días leí por acá una historia muy interesante al respecto y que deja este concepto muy claro. He sabido de algunos compañeros en las redes sobre problemas que tuvieron al respecto. La cuestión es simple: vos cuidás celosamente tu información, pero si alguien de tu entorno no lo hace probablemente terminarás afectado.

Pedíle a tu familia y amigos que respeten tu decisión de cuidar tu información personal explicándoles por qué crees que te están haciendo un daño al publicar tus datos, fotos, actividades en las redes. Por supuesto, no los podés obligar, pero si te aprecian, van a respetarte.

Cifrá tu información

Este es un tema que me apasiona. En la web hay mucha información por lo que no me voy a detener en los aspectos técnicos ni voy a profundizar sobre los mismos en este momento. Basta con que remarque la importancia de utilizar métodos de cifrado o encriptado de datos en tus comunicaciones y en tus archivos. Tarde o temprano nos podemos topar con una filtración de nuestra información en la web y que los datos «viajen» encriptados será decisivo para resguardar nuestra privacidad.

Navegá anónimo con Tor y sus consejos

Hay quienes defienden y quienes atacan a la red de navegación anónima Tor. En mi caso, lo uso siempre que puedo. Tor es un proyecto muy interesante para quienes nos preocupa la privacidad. Es cierto que se ha ganado la fama de que es la red ideal para terroristas, narcos y gente cuya actividad quiere mantener totalmente oculta de los ojos de la ley. Sin embargo, la red no se creó con la intención de ayudar a esa gente. Hay muchos sitios en Internet que rastrean tu actividad y tu ubicación basados en tu dirección ip. La mejor manera de evitar que alguien conozca es información es cubrirla con las «capas» que ofrece Tor.

Por otra parte, la web de Tor nos da una lista de consejos que podemos seguir para reforzar nuestro anonimato en la red. Algunos de ellos son: navegá utilizando el protocolo «https», esto te asegura que los datos en tu navegación son encriptados; no usés torrent mediante Tor, esto quitaría tu anonimato y afecta el de los demás usuarios de Tor; abrí los documentos descargados fuera de línea (off-line) debido a que algunos documentos contienen recursos que pueden ser descargados fuera de la red Tor, exponiendo tu ip.

Cuidado con las redes WiFi públicas

Las redes WiFi públicas representan un gran peligro para la seguridad y la privacidad. Hay muchas cuestiones técnicas detrás de esto. Lo que queda más a la vista es que siendo una red pública es más fácil para cualquiera husmear(sniff) lo que pasa a través de esa red. Por mi parte, sólo me conecto a la red WiFi de mi casa y de amigos en quienes confío.

Pensá dos veces antes de hacer click

Por mucho que aseguremos nuestra navegación, tarde o temprano llegaremos a algún sitio donde peligre nuestra seguridad y privacidad. Por esto, tengo un bloqueador de anuncios en todos mis navegadores y muchos otros complementos de seguridad. Además, me cuido de los complementos que usan los sitios que visito y de trato de no utilizar webapps en mi navegador, tales como reproductores de música de emisoras de radio, almacenamiento en nube, etcétera a menos que confíe plenamente en ellos.

Aún así, nunca hago click en la poca publicidad que mi bloqueador no logra quitar, ni tampoco hago click en cuanto link aparezca en la página donde me encuentre. Muchos de esos banners, imágenes con links, etcétera contienen enlaces a sitios evidentemente maliciosos o bien sitios maliciosos encubiertos como sitios de confianza. Si vas a ingresar al sitio de tu banca online o vas a realizar compras por Internet, llegá hasta ahí desde la barra de dirección del navegador, nunca lo hagás mediante clicks en otros sitios.

Usá Software libre

Entre todos los beneficios que aporta el Software Libre, está el de ser software que habitualmente es auditado y que puede ser auditado en cualquier momento. Esto nos asegura saber qué hace un programa y cómo lo hace, permitiendo detectar funcionalidades maliciosas o sospechosas, puertas traseras, funciones que registran nuestros datos y los envían a algún sitio o servidor. Si nos arriesgamos a usar un programa que no es Software Libre, quedamos expuestos a la voluntad de los dueños del programa sobre lo que hagan con nuestros datos.

Quien tiene el código, tiene el poder sobre el software y la información que procesa y contiene dicho software. Si el programa es privativo, el poder lo tiene el dueño, si el programa es libre, el poder lo tienen el usuario y la comunidad.

Cambio de paradigmas

En muchas conversaciones sobre privacidad se oyen frases como: «¿para qué voy a preocuparme por alguna persona o máquina está espiando mi actividad en la red, mis conversaciones por correo electrónico o mis mensajes, en definitiva no tengo nada que ocultar? ¿Quién va a querer robarme a mí que tengo tan poco? ¿Qué provecho puede obtener con los datos de un «don nadie» como yo, una empresa tan gigante como…?

Mi reacción ante estas excusas es simplemente responder respetuosamente: en tu hogar tampoco tenés nada que ocultar y, sin embargo, mantenés las puertas cerradas y tapás las ventanas con cortinas. Si descubrieras a tu vecino mirando a través de un agujero en la pared lo taparías y denunciarías a tu vecino con la policía. Tampoco dejás a extraños ingresar para que vean lo que hacés a diario y estudiar tus hábitos, qué comés, a qué hora dormís. Si un desconocido te pidiera ver tus correos o tus mensajes se lo negarías de inmediato, es más, se lo negás normalmente a personas que son de tu confianza y nadie se escandaliza al respecto. ¿Por qué tiene que ser diferente con tu actividad en las redes? (esto salió de una conversación real que tuve con un amigo hace unos días)

Por otra parte, la mayoría de nosotros pasamos de largo cuando nos piden completar una encuesta en la calle. Sabemos que es para juntar datos para alguna campaña publicitaria que termina beneficiando económica o políticamente (o ambas) a alguien ya lo bastante beneficiado actualmente. En Internet, parece que a nadie le importa. Es más, algunos están felices de que rastreen su actividad para obtener mejores sugerencias de búsqueda, etcétera mientras la rueda del dinero sigue girando para alguien más.

La verdad es que hasta que no cambiemos el paradigma, la cosa no va a cambiar mucho. Necesitamos empezar por modificar nuestras ideas y actitudes para poder cambiar nuestro modo de actuar. Esto implica también vencer la costumbre. Por mi parte, me costó mucho trabajo dejar de usar ciertos servicios y ciertos programas. Pero al final, fue una experiencia liberadora.

Para finalizar, mientras redactaba el post me encontrado luchando con mi propio estilo: tratar de ser breve en un tema que da mucho para hablar al mismo tiempo que no quería entrar en temas técnicos ni dar demasiados ejemplos es difícil y lo he comprobado. Queda mucho por hacer. Queda lejos de ser la última palabra en cuanto al tema, estoy seguro que se puede hacer más, o bien hacerlo de otra manera. De momento, es la forma que yo conozco y que puedo implementar dentro de mis posibilidades. Me quedo satisfecho al menos por el hecho de poder comunicarles mi opinión personal y transmitirles mi experiencia.

Espero sus comentarios ¡Saludos a todos!